jueves, 31 de enero de 2008

escaso talento literario

pues buscando en trabajos viejos me encontre este cuento, fue para la clase de taller de creacion , donde los buitres se desayunan con el naciente y por lo tanto escaso talento de los alumnos, si me da verguenza no crean que no, pero tengo dos lectores que tan malo puede ser.

El viaje a la ciudad
-----Estoy harta de las carretas, cuestan muy caro, si no fuera porque estoy vieja y no puedo cargar los quesos me fuera caminando y luego tu con el brazo falseado tampoco ayudas. Que se me hace que ya es invento tuyo eso de que todavía te duele.
----- Doña Toña no se queje.......
-----¿Doña Toña? Soy tu abuela muchacha malcriada me debes respeto, pues mira que te crees.
---- Perdón, mamáToña, no estoy inventando mire, toquele aquí, ve se siente algo, no todavía no estoy bien.
----Ándale pues con la mano buena carga estos quesos
La anciana pone las bolsas en el piso se acomoda un rebozo gris y frota sus manos marcadas por el peso de la carga ----hija busca una piedra para sentarnos ya es mediodía y tengo hambre vamos a hacernos un taco.----- ¡Pero aquí hay mucho sol!. Doña Toña lanza una mirada retadora a Ángeles, su nieta, mientras piensa que ella jamás se pondría a responderle a su madre y menos a su abuela. Ángeles entiende y atiende de inmediato a la indicación de la anciana, y comienza a buscar las tortillas y a preparar unos improvisados tacos de queso. Entre mordida y mordida dice ----Oiga abuela y ¿Por qué no nos vamos en ferrocarril?. A Ángeles como a toda mujer joven le gustaba experimentar y el ferrocarril estaba causando gran revuelo en el Norte y ella ni siquiera lo había visto; En cambio la abuela no veía con buenos ojos que la gente viajara metida en “cajas” como si fueran gallinas.---- No niña esas cosas no están bien, haber ¿Cómo se mueve esa cosa si no hay mulas que lo jalen? . Ángeles no lo podía explicar pero sabia que el ferrocarril no era cosa del diablo.
Doña Toña y Ángeles iban cada viernes a la ciudad para vender su mercancía y en uno de esos días la abuela tropezó y se lastimó el pie, tuvieron que volver al pueblo con muchas dificultades caminaron un trayecto y luego esperaron a que alguien del pueblo pasara para que las encaminara hasta allá.


Esa noche Ángeles se dio cuenta que no podían dejar las ventas del queso pues de eso vivían ella y su abuela, pero ella no la dejaría ir sola en la carreta además era mucho lo que había que caminar y siempre cargaban muchos quesos, pues el queso fresco era muy solicitado en la ciudad. Entonces decidió que irían en ferrocarril esta vez tenía buenas razones que su abuela no podría invalidar, antes de exponer la idea a Doña Toña la joven lo planeó todo, buscaría a alguien que las llevara hasta la estación de de tren en Treviño y de ahí el viaje era directo a Monterrey, pregunto el precio de los pasajes y resultó ser más barato que las carretas.
El siguiente viernes llegaron a la estación de Treviño, Ángeles y Doña Toña esta ultima algo asustada y desconfiando de todo, . El pasaje solo costó 6 pesos y la estación era casi nueva Ángeles estaba asombrada, la sala de espera le parecía tan cómoda, además había un espacio parecido a una bodega, cuando llegó el ferrocarril comenzaron a subir los cosas de esas bodegas a compartimentos separados en el tren, eran los vagones de carga, finalmente subieron los pasajeros, Ángeles había comprado pasajes para la tercera clase, el vendedor no le dijo que hubiera de otra, pues era en la categoría en la compraban los campesinos y los obreros, la joven se sentía en la cúspide de la modernidad, y Doña Toña comenzaba a perder el miedo, pues en el vagón había niños, mujeres, gente del pueblo. Por fin comenzó a avanzar el tren.Doña Toña se santigua y le pide a Dios no morirse en esa caja.
Después de andar algunas horas llegaron a Icamole, García, Pesquería en cada pueblo subía y bajaba gente era más la que subía, Ángeles analizaba la cara de los demás pasajeros estaba segura que debían sentir la misma emoción que ella. Pasadas varias horas llegaron a Monterrey, “la estación del Golfo”. La abuela había superado de tal forma el miedo que se había quedado profundamente dormida, Ángeles la despertó, todo mundo sabia que la estación de Monterrey era la mejor. ---- Mire mamá Toña hay otros trenes que llegan, parece que de aquí se pudiera ir a todo el mundo en tren, l Doña Toña estaba un poco adormilada por el viaje y ella lo único que quería era llegar al mercado y vender sus quesos, que por cierto no había tenido que cargar en todo el viaje. Ya en el mercado Ángeles les contaba a todos los marchantes de su primer viaje en tren, una mujer, que era cliente de cada semana le dijo a Ángeles que en primera clase se viajaba mucho más cómodo y que esa línea del ferrocarril la llevaba hasta Tampico, un bello puerto. Desde entonces Ángeles comenzó a ahorrar , pues soñaba con viajar en primera clase a Tampico, en la ruta del Golfo con su abuela, al principio renuente, pero después contagiada con la emoción de la nieta termino ayudándole a vender más para ahorrar mas pronto y más dinero, después de todo no dejaría que su nieta anduviera sola en lugares tan lejanos y desconocidos.

3 comentarios:

Julio Cesar dijo...

Orale que largo comentario jajajaja , changos la vdd no alcance a leerlo todo es que voy de salida asi que necesito tiempo para leerlo bien ademas de que necesito leerlos 2 o 3 veces para entenderlo que quieres que haga soy ingeniero jajajajaj

pero bueno deja lo leo bien y posteare una opinio sobre todo , sale :)

bueno te cuidas , bye

Dama Caguamas dijo...

una de dos: o esta cosa borró mi comentario o fuiste tú!

en todo caso repetiré lo que había escrito:
Me gustó su cuento, yo no le veo más errores que los de puntuación y la falta de guiones largos al inicio del diálogo...

tu tia lola debe estar orgullosa!

eh aparécete! tengo algo que preguntarte :-s

aqua dijo...

hola pues andaba vagando en blogs me parecio muy interesante y divertido este texto de la abuela de los quesos a mi me gusta mucho escribir pero no se si tenga talento literario pero bueno me voy