viernes, 23 de noviembre de 2007

corriente de conciencia

perdi las hojas que olian a tu perfume ahora me acuerdo mientras lees ricitos de oro mendiga niña destroza camas y come sopas, que la encierren es un crimen un crimen el frio y la falta de cobijas de calentadores pero los calentadores me marean todo el color artificial me marea si porque privatizaron el tren me hubiera encantado viejar en tren a Tamaulipas y bajarme y comer pescado frito con limon no importa viajaremos en barco a donde quieres ir a la cima del cielo al fin del mundo no interesa vamonos como dice la cancion donde nadie nos diga donde nadie nos juzque que hacemos mal asi con un litro de jugo de durazno y galletas duras a seguir los zapatos raspados y llenos de tierra ansiosos por volver a correr los caminos que alguna vez corrieron alguna vez en esta vida o en otra a hacer una fogata en medio de las vias del tren cuando el tiempo sea lluvioso aunque no se puede cocinar ahi una cocina negra y tomates rellenos y piso de duela con una alfombra peluda junto a la chimenea, quieres carne y no es un pregunta lasciva es por la chimenea una ventana enorme y que afuera llueva a cantaros con el beso de Klimt nunca lo he visto bien pero se veria bien ahi el fantasma de las navidades pasadas señor Scruch te dira que no importa lo que hagas ya lo habras perdido todo porque el idiota fantasma de las generaciones pasadas no llego a tiempo y todo esto porque perdi las hojas que huelen a ti.
una corriente de (in)consiencia que me encontre por ashi.

1 comentario:

Dama Caguamas dijo...

Si usaras signos de puntuación la Lola no te estaría chingando cuando le entregas trabajos.
Fuera de eso, me gustó su texto sin pies ni cabeza.


Escriba mas!



ah... un detallito.. siempre le firmo cosas bien acá constructivas y usted no se digna a pasar a firmar mi espacio simplón sñif...